El proyecto consiste en construir el taller para un escultor en medio de un paisaje de viñedos en el corazón de la comarca del Penedès. Arquitectónicamente la nave es muy sencilla y se compone de unas cubiertas de teja con una forma de diente de sierra que define el volumen exterior y de una estructura metálica con vigas de celosía que permiten dar solución técnica y formal.
Por otro lado, insertar el proyecto dentro de su entorno de una forma tranquila y amable era uno de los retos más importantes para el estudio. El color blanco del exterior y los
complementos de madera nos ayudan a conseguirlo.